Ciudad
La ciudad de San Martín posee una superficie de 40 Km2 y los antiguos Barriales, actual ciudad de San Martín, cuentan con una rica historia que nace en época colonial, cuando sus campos cenegados eran propicios para la crianza de hacienda.
Con fecha 12 de octubre de 1816, en un documento el General Don José de San Martín hace referencia a Los Barriales, cuando eleva al Gobernador Intendente de Cuyo, Don Toribio de Luzuriaga, el pedido que se le hiciera acreedor de 50 cuadras de terreno para establecer allí una chacra, que les fueron concedidas junto con otras doscientas cuadras que, al no aceptar el gran capitán, le fueron acordadas a su hija doña Mercedes Tomasa San Martín, después casada con Don Mariano Balcarce.
El 3 de junio de 1823, el gobernador de Mendoza, general Don Pedro Molina, expidió el decreto suprimiendo el nombre de Los Barriales para llamarlo Villa Nueva de San Martín, gentileza ésta que el prócer desde su retiro voluntario agradeció en una nota con los siguientes términos: “Con el mayor placer contribuiré con mis cortos conocimientos a la delineación de la Villa Nueva que V.S. me honra denominarla de San Martín; nadie más interesado en su fomento que el mismo que la ha destinado a pasar el resto de sus vidas, quiera el destino que a cada momento se me proporcionen ocasiones de manifestar a este honrado pueblo mi eterna gratitud…”
Los antiguos Barriales, hoy ciudad de San Martín, a partir de esas fechas, pasó a contar con otros propietarios, entre ellos don José Ahumada, cuyo fundo se ubicaba sobre la costa del canal, que se llamó “De la Patria”; del coronel Juan Agustín Moyano que fuera el primer subdelegado del Departamento de San Martín; de los generales Juan Gregorio Las Heras y Tomás Guido, colindante con la chacra de Las Bóvedas de Los Barriales, del capitán de Los Andes, Don Domingo Moyano que actuara en la campaña libertadora del General San Martín, don Pedro Advíncula Moyano y de 43 adjudicatarios más, que integraban la lista de beneficiarios con parcelas de tierras que formaron el conjunto de pobladores que activaron el progreso inicial de la zona.
Palmira
Palmira posee una superficie de 55 Km2. Si bien no existe ningún acta que especifique con precisión la fundación de Palmira, las investigaciones históricas hablan de la importancia de este paraje en la época colonial. Todo esto relacionado, sin dudas, al tránsito y la vía de comunicación entre Mendoza y Buenos Aires, entre el Oeste y el Este de la provincia y también entre el Atlántico y el Pacífico.
Durante los siglos XVII, XVIII y XIX al paraje se lo conocía como Alto de la Mula. En los archivos de la historia eclesiástica de Cuyo se confirma este dato, la existencia de la posta, un oratorio y muchos criollos que vivían en ambos lados del río que ayudaban a cruzar el ganado, las carretas de carga y los carruajes de pasajeros.
Al camino que pasaba por allí, el General San Martín lo llamó la Huella de la Patria, más tarde se lo nombró Carril Nacional o Ruta 7.
El nombre Palmira proviene de una mujer criolla, muy querida por los carreros y lugareños, que vivían allí y atendía una pulpería. Doña Palmira existió en la época del cacique Sayanca y fue este último quien vendiera a un empresario llamado Mallman unas mil hectáreas, incluyendo el Alto de la Mula y alrededores.
El primer tren entró al pueblo el 1° de noviembre de 1884. A partir de allí, el ferrocarril, no sólo trajo intercambios comerciales, sino también una fuerte corriente inmigratoria.
Palmira crece a la par de la economía nacional, se construyen aquí los talleres de reparación de locomotoras a vapor; obreros y empleados especializados vienen de distintas partes del país a radicarse en el pueblo. Se plantan los primeros viñedos de la zona en el fundo que perteneciera a Mallman y se construye la primera bodega, muy cerca del río. Esta última empresa la llevó a cabo Tiburcio Benegas, años antes de que fuera Gobernador de la provincia.
Cuando en 1940 se asfalta el Carril Nacional, la fisonomía de la ciudad se modifica, el cemento que con frecuencia destruye la naturaleza, en Palmira la hermosea, en esa avenida que contiene árboles centenarios, ambiciosos de cielos y hoy, con la Estación Multimodal, el parque de Servicio e Industria (Pasip), la modernización de calles, plazas y avenidas, vuelve a hacer el progreso y bienestar que sus habitantes quieren y merecen.
Alto Salvador
Alto Salvador posee una superficie de 29,83 km2. Hay dos versiones sobre el nombre de este distrito que se pierde en la leyenda y el pasado. Una de ellas se refiere a la época colonial, donde las carretas y troperos sanjuaninos que se dirigían al Litoral, tomaban esa dirección con la idea de reducir camino, desde Jocolí a las lagunas del Rosario. Antes de llegar al río Mendoza hacían un alto en la jornada, donde divisaban una casa o especie de posta a la que llamaban nuestro Alto Salvador. Allí, llegaban los troperos, después de transitar por zonas desérticas. Este sitio no sólo servía para hacer un alto para el descanso, sino que también encontraban una pequeña pulpería con expendio de bebidas y mercaderías.
Otra de versión cuenta que, en dicho paraje, el Fraile Antonio Aragón, que actuaba como misionero, fundó allí una Capilla que dedicó a la veneración de Jesús, bajo el nombre de “El Salvador” y, por ubicarse la misma en una altura, los lugareños pasaron a llamarlo el Alto Salvador.
Buen Orden
Buen Orden posee una superficie de 17,26 km2. Es tierra de fincas, membrillares, de primaveras llenas de frutales en flores. Conocida antiguamente con el nombre de “El Hervidero”, por las chicas bonitas que allí vivían.
Este paraje había sido colonizado por el capitán Domingo Moyano, que prestó servicio en la Campaña Libertadora y por sucesión pasaron a manos de Don Regino Moyano, Teófila Moyano, Adelina Córdoba de Moyano e Isolda Laredo de Moyano.
Fue Don Regino Moyano quién denominó a El Hervidero con el nombre de “Buen Orden”, construyó una Iglesia y donó terrenos para escuela, plaza pública y otras obras. La Capilla se encuentra en el carril Buen Orden y Carril Norte.
La misma conserva el encanto y dulzura del siglo XIX que, junto a los Barrios que se construyeron permite observar una mezcla de historia y progreso.
Alto Verde
Su superficie es de 47,34 Km2. Lugar de hacienda y de prados que fue propiedad del doctor Juan Agustín Maza, casado con doña María Lorenza Moyano y que fuera diputado por Mendoza al Congreso de Tucumán. Fue uno de sus hijos, don Juan Agustín Maza Moyano, quien contrajo matrimonio con doña Elena Barrionuevo. Dicha estancia lleva el nombre de “Alto Verde”, en la testamentaria respectiva y sigue perdurando en dicha localidad.
Chapanay
Chapanay posee una superficie de 107.50 km2 y es una palabra de la lengua Huarpe Milcayac compuesta: chapac-nay, cuyo significado es: bajo o zona pantanosa.
Si el nombre fuera empleado como Chapac-co su significado sería Agua Borrosa o Agua de Pantanos. La localidad de Chapanay fue una zona pantanosa, hoy drenada por los cultivos agrícolas que allí se implantaron, pero quedan aún pantanos sobre el lecho del río. Hay quienes dicen que Chapanay era el nombre de un antiguo cacique, pero no se ha encontrado ningún documento que lo justifique.
En la zona de Chapanay vivió durante muchos años una mujer mestiza de nombre Martina que fue esclava de una familia pudiente de Mendoza, y que de joven se enamoró de un individuo de averías, llamado Cruz Cuero, con quien se fugó hacia las Lagunas del Rosario para fijar después su residencia en la costa del río Mendoza y, al hacerlo en el paraje de Chapanay, adquirió para su persona el apellido de Chapanay.
El historiador y poeta Julio Fernández Peláez, en uno de sus libros de tradiciones y leyendas cuenta que, a la llegada del General San Martín a Mendoza, la Martina Chapanay dejó su vida de aventuras y prestó servicios importantes en la campaña libertadora, actuando como chasque, una especie de mensajera. Solía usar como vestimenta una hermosa bombacha gaucha, botas de charol y una chaquetilla de oficial, obsequio del General San Martín.
Fue gran amiga y visitante de Doña Eulalia Calderón, dueña de la Posta de Las Catitas y muchas veces durmió en la Vuelta de Ciénaga de los Rodeos del Medio.
El Central
El Central posee una superficie es de 72,51 Km2. Distrito de gente pujante y trabajadora, su actividad principal es la agricultura, con grandes quintas y viñedos de buena calidad y producción. Dentro de los frutales encontramos duraznos, membrillos, peras y también los olivos ocupan una parte importante dentro de la economía de la zona.
Chivilcoy
Chivilcoy tiene una superficie de 15,06 km2 y es un nombre indígena perteneciente a las pampas, traído a Mendoza por algún colonizador.
Chivilcoy es una palabra compuesta por Chivil, que significa Abundancia; y por Co o Coy que significa Agua o Arroyo, dando su nombre a lugares de abundante agua.
El Espino
El Espino posee una superficie de 28,96 km2 y se ubica a solo una decena de kilómetros de la ciudad cabecera. Según manifiestan sus habitantes el nombre proviene de un arbusto denominado “Espinillo” que era muy frecuente en la zona.
La Escuela es uno de los centros sociales que tiene la zona y su proximidad con Buen Orden y Chivilcoy permiten observar una región agrícola muy rica, con excelente producción vitícola y frutícola.
El Divisadero
El Divisadero, con una superficie de 401,60 km2 es el distrito de mayor extensión del departamento. El nombre proviene de la existencia de un gran médano que llegó a alcanzar unos 15 metros de altura. Por uno de sus costados pasaba un camino de carretas en el pasado y según cuentan los primitivos pobladores, dicha zona era útil para descansar.
También recuerdan que en dicha región se asentaron tolderías indígenas y que, en razón de su altura, el médano servía para observar a distancia, motivo que le dio el nombre que hoy tiene el distrito. No posee un gran centro poblado, dado que es inminentemente rural, con escuelas primarias, salas de primeros auxilios y un barrio.
Las Chimbas
Las Chimbas posee una superficie de 27,79 Km2. El origen del nombre proviene del vocablo huarpe que se traduce como población situada a la vera de una corriente de agua. En el extremo sur del mismo, sobre la continuación de la calle Las Piedritas, existió un cementerio indígena.
Desde mediados del siglo XVI se originaron los núcleos poblados de San Martín. Los españoles se establecieron en las comarcas indígenas localizadas en la margen derecha del Río Mendoza. La población más importante era “Los Barriales”, hoy ciudad de San Martín. Otros centros eran Palmira, Las Chimbas, Chapanay, Buen Orden, Alto Salvador.
Las Chimbas siempre tuvo importancia territorial y humana para el desarrollo del Departamento de General San Martín, hasta que el impulso que le dio el ferrocarril a Palmira, terminó por absorber a este distrito, en términos prácticos. En lo legal e histórico sigue vigente y con esta hermosa historia que compartimos.
El Ramblón
El Ramblón posee una superficie de 66,78 km2 y este distrito fue el primer paraje habitado, que los troperos, carreteros y puesteros del noreste de Mendoza, utilizaban como escala antes de llegar a la ciudad de Gral. San Martín.
Es un sitio bajo, lo que le da la imagen de río seco, por donde corren las aguas de lluvias.
Nueva California
Nueva California posee una superficie de 215,63 Km2 y es el tercero en extensión. Su nombre es un homenaje a la esperanza de la tierra prometida. Llamando así para darle mayor valor e importancia a lo que eran campos incultos que fueron ofrecidos a la venta, por una sociedad colonizadora. Estos campos se prestaron a pleitos en razón de la supuesta Merced Real del cacique Sayanca, que fuera declarada falsa por el Juez del 5° Juzgado en lo Civil de Mendoza Dr. Francisco Decunto, el 4 de mayo de 1961.
Montecaseros
Posee una superficie es de 334,36 km2, es el segundo en extensión y el quinto en población. Es el primer productor de uvas en la provincia.
Además de la uva, Montecaseros es un fuerte productor de ciruelas y duraznos (los más ricos de la zona por las buenas temperaturas). También posee establecimientos frutihortícolas. Entre los emprendimientos de relieve, se recuerda la formación de la colonia Montecaseros, allá por la década del 60, sobre la base de la batería de pozos semi-surgentes.
Ingeniero Giagnoni
El centro urbano de Ingeniero Giagnoni tomó su nombre de la ex estación ferroviaria. Esta estación llevaba el nombre de “Rivadavia” cuando el primer tren llegó el 1 de noviembre de 1884. Años después, en 1908, esa denominación fue cambiada por la de Ingeniero Giagnoni en homenaje al profesional italiano -de ese apellido- que había prestado importantes servicios en la construcción del Ferrocarril Gran Oeste Argentino.
La principal actividad económica de la zona es la vitivinicultura, frutales como durazneros, ciruelos, damascos y almendros.
Tres Porteñas
El distrito de Tres Porteñas posee una superficie de 44,03 Km2. Tiene un historial confuso en el origen de su nombre, ya que existen varias opiniones, pues sus terrenos sufrieron distintos pleitos judiciales, en razón de la pretendida “Merced Real” de los descendientes del cacique Sayanca, principalmente por parte de don Emiliano Sayanca, que pretendió hacerles aparecer como dueño de extensas regiones, pero dichas pretensiones fueron rechazadas por el Juez del 5° Juzgado Civil de Mendoza, Francisco A. Decunte.
El nombre devendría de tres de las primeras habitantes oriundas de Buenos Aires, aunque no hay evidencias concretas y algunas versiones hablan de Dolores, Manuela y Carlota González, mientras que otras hacen referencia a las esposas de Robustiano García, Emilio Fernández y Jesús Bayo. Su escuela data de 1927.
En la zona destacan los cultivos de vid, algunos frutales y pasturas.